¡Bienvenid@ a nuestra web de sillas de playa! Si has llegado hasta aquí es porque probablemente seas un amante de las playas como nosotros. Nuestro espíritu playero es tal, que nos hemos llegado a convertir en unos expertos en todo lo que tiene que ver con disfrutar de la playa, y ¿qué mejor forma de disfrutar de la playa que en una buena silla especialmente diseñada para recostarte, descansar y dejarte llevar por el sonido de las olas?
En nuestra web vas a encontrar todo lo que necesitas saber para comprar la silla de playa que más se adapte a ti. Y lo mejor de todo, vamos a guiarte durante todo el proceso para que elijas la mejor opción en relación calidad-precio. ¡Somos unos expertos, no hay silla de playa que se nos resista!
¿Cuáles son las mejores sillas de playa del mercado?
Antes de nada, hemos querido hacer una pequeña selección de las sillas para la playa que consideramos más completas y de mayor calidad de este año. Recuerda que tanto sirven para playa como para piscina, el jardín, la terraza o incluso para ir de acampada. ¡Eres tú quien le pone el límite a tu silla de playa!


En caso de que todavía no tengas claro cuál elegir, sigue leyendo para conocer todo lo que debes saber antes de comprar tu silla para playa y acertar al 100%.
¿Qué tipos de sillas para playa existen?
Existe una variedad muy amplia de sillas de playa. Para simplificarlo un poco, hemos querido clasificarlas según aspectos como el formato, los materiales utilizados o las funcionalidades o complementos que incorporan:
Según su formato:
- Plegable. Estas son las sillas de playa más populares. Son las que vemos la mayoría de las veces en las playas. Son económicas, fáciles de llevar y además son cómodas.
- Con ruedas. Su principal punto fuerte es que podemos arrastrarlas en lugar de tenerlas que cargar. Además, algunas de estas sillas tienen una forma que nos permite colocar cosas en su interior cuando van vacías, lo que nos permite transportar objetos de manera muy cómoda tanto en el trayecto de camino a la playa como de vuelta a casa.
- Mochila. Son sillas que incluyen un par de asas que nos permiten colgárnoslas a la espalda para evitar cargarlas con las manos. Esto es ideal cuando vamos cargados después de un largo día de playa, donde siempre nos faltan manos para acarrearlo todo.
- Con reposapiés. Estas sillas, también conocidas como “sillas cama” son perfectas para tumbarse a tomar el sol y relajarse. Un buen playero sabe que donde haya una buena silla con reposapiés, que se quite todo lo demás. Estas fantásticas sillas son una perfecta alternativa a las hamacas o las tumbonas, ya que son mucho más fáciles de transportar, más económicas y pueden llegar a ser igual o más cómodas.
Según los materiales utilizados:
- Aluminio. El material más comúnmente utilizado en las sillas para la playa es el aluminio. Ello se debe a que es un material muy ligero y además inoxidable, lo que permite tanto transportarlo con facilidad por su poco peso como exponerlo al agua o humedad del mar o incluso limpiarlo con una manguera sin preocuparnos por la posible corrosión.
- Madera. Las sillas de playa hechas con madera son bonitas y elegantes. El precio puede ser algo superior, pero denotan mayor calidad y presencia. Este tipo de sillas acostumbra a utilizarse cuando se tiene pensado colocar una silla en un lugar fijo durante un tiempo prolongado. A no se que se trate de una silla de playa de madera muy sencilla y fácil de transportar, estas sillas suelen ser grandes y más pesadas que las de metal. Son las típicas que podemos encontrar en playas de Malibú, donde los vecinos de estas famosas playas tienen jardín la propia playa, y en lugar de utilizar muebles de terraza utilizan muebles de playa. Pueden utilizarse también como sillas de jardín o terraza.
- Plástico. Las sillas de plástico, normalmente de tipo propileno, son muy baratas y fáciles de mantener. Aunque no son las más duraderas, son ligeras y pueden lavarse muy fácilmente. Los respaldos de plástico no son los más cómodos ya que son duros y no transpiran, aunque como hemos dicho, por precio pueden ser una muy buena opción.
Según las características, las funcionalidades o los complementos:
- Reclinable. Esta es una de las funciones más comunes en una silla de playa, que le permite reclinar el respaldo formando distintos ángulos. Tanto podemos colocarlo a 90º, para mantenerlos erguidos, como a 180º, para estar totalmente tumbados y poder tomar tranquilamente el sol. A estas sillas que alcanzan los 180º con el asiento reclinado también se les denomina sillas cama.
- Con ruedas. Aunque no se ven muchas sillas de playa con ruedas, se trata de una característica muy útil, y que sobre todo podemos encontrar en modelos como las sillas de playa tipo mochila, que, debido a su peso superior, es más fácil arrastrarlas que cargarlas. Estas ruedas acostumbran a ser especiales, adaptadas a la arena para poder girar mejor. A diferencia de las ruedas lisas habituales, estas ruedas incorporan unos pequeños salientes a lo ancho de las ruedas en forma de pala para clavarse en la arena durante el giro y evitar hundirse.
- Acolchada. En una silla de playa podemos llegar a pasar muchas horas, lo que hace esencial que estemos cómodos cuando nos sentemos en ella. Por este motivo, muchas personas optan por comprar una silla de playa con cojín incorporado. Es importante que el cojín sea impermeable para evitar que se estropee con el agua, ya que es inevitable que éste se moje cuando regresamos del agua con el bañador mojado. Otra opción es adquirir una silla que incorpore una especie de base acolchada en el tejido o malla fibreline, de forma que nos dé mayor comodidad cuando nos sentemos.
- Con asidero. De una manera u otra, todas las sillas de playa incorporan un asidero para poder cargar la silla hasta el lugar de la playa donde queramos asentarnos. Es recomendable que este asidero sea cómodo para la mano, especialmente si la silla pesa más de lo normal.
- Con portalatas. Algunas sillas de playa incorporan un espacio en el apoyabrazos lateral para aguantar una lata o botella. Esto es muy cómodo ya que si estamos tomando un refresco, podemos apoyarlo ahí en lugar de dejarlo en el suelo cuando queramos usar las manos para otra cosa, como leer el periódico o usar el móvil, evitando el riesgo de que entre arena en el envase, algo realmente molesto.
- Con sombrilla. Algunos modelos incorporan sombrilla, o al menos, un mecanismo para cubrirnos del sol a modo de “techo”. Esto es útil ya que al quedar la sombrilla más próxima a la silla, también nos protegerá mucho mejor del sol, especialmente si acabamos durmiéndonos.
- Con bolsillos. Algunas sillas incorporan algún espacio o compartimento para alojar productos, ya sea algún objeto de valor que no queremos que se nos pierda o incluso algún refresco que no queremos que se nos caliente bajo el sol.
¿Qué debo tener en cuenta a la hora de comprar mi silla de playa?
En esta sección vamos a poner toda la carne en el asador para que puedas elegir la mejor silla de playa para tus necesidades particulares. Vamos a desgranar todos y cada uno de los aspectos que debes plantearte a la hora de comprar una silla de playa y de esta forma vas a acertar al máximo en tu decisión. ¡Vamos allá!
1. ¿Qué tipo de silla de playa necesitas?
El primer paso será decidir qué tipo de silla de playa se adapta mejor a tus necesidades. Es distinto necesitar una silla de playa para una función más ornamental, para lo que sería ideal una silla de madera, que necesitar una silla de playa para poder colocar en cualquier sitio y usarla tanto para leer como para tomar el sol, para lo que iría genial una silla de playa reclinable.
2. Los materiales
En este punto deberemos analizar dos aspectos: los materiales del armazón y los materiales del respaldo.
En cuanto a los materiales del armazón de la silla, como hemos venido diciendo, podemos elegir entre aluminio, plástico (normalmente propileno) y madera, siendo el primero el más habitual por su ligereza y facilidad de limpieza.
En cuanto a los materiales del respaldo, podemos encontrar distintas variedades que afectan tanto a nuestra comodidad como a nuestro presupuesto. El material más común en este tipo de asientos es la malla plástica, que ofrece un equilibrio perfecto en relación calidad-precio. Nos da una resistencia más que suficientes a la vez que un tejido que transpira a través de unos orificios y que es fácil de limpiar.
Alternativamente, también podemos acceder a respaldos de tela que incorporan insertos metálicos. Esta unión forma una especie de rejilla más cómoda en el contacto con la piel.
Otra opción será la tela de toda la vida, aunque en cualquier caso siempre deberemos optar por una opción que sea cómoda, que no moleste después de un uso prolongado y que tenga una capacidad de carga suficiente para la persona que la va a usar.
3. El tamaño
El tamaño será un aspecto importante, especialmente en relación con el traslado, un punto que veremos más adelante. Sin embargo, también lo será mientras estemos utilizando nuestra silla de playa.
Cuando utilicemos nuestra silla debemos estar cómodos, no nos puede ir pequeña ni tampoco demasiado grande. Si no cabemos en la silla, nos podrá doler la espalda fácilmente. Del mismo modo, si nos va grande, es probable que la base de la banqueta sea demasiado larga y el borde de ésta nos roce la pierna.
Por tanto, debemos elegir una silla cómoda, adaptada a nuestro peso y altura y en la que podamos estar cómodos durante mucho tiempo seguido.
Aunque dependerá del diseño de cada modelo, lo habitual es que una silla de playa para una persona de peso y estatura medias tenga las siguientes medidas:
- Una anchura de unos 60 cm aproximadamente
- Un respaldo de unos 90 cm de altura aproximadamente
- Unos 15 cm de fondo aproximadamente
4. Complementos y funcionalidades
Los complementos que hemos visto en el apartado anterior nos permiten tener una idea de la cantidad de cosas que podemos hacer con nuestra silla. Si hay algo que te hace especial ilusión que haga tu silla, este es el momento de decidirlo. Debes pensar en cosas que sabes que sí o sí vas a necesitar. Por ejemplo, si te gusta leer mientras estás sentido en la silla a la vez que disfrutas de un buen refresco, entonces lo más recomendable sería comprar una silla con portabebidas, para poder aguantar la lata o botella mientras estás leyendo.
5. Estructura
El objetivo de este punto es asegurarnos de que la estructura de la silla es suficientemente robusta como para soportar el peso de la persona que va a usarla durante un tiempo prolongado.
Debemos estar seguros de que la persona que va a usar la silla puede estar durante varias horas sentada en la silla y que ésta no va a deformarse ni dejar de funcionar correctamente. Hemos visto muchos casos de sillas que al final del verano terminan con las patas o el respaldo doblado porque los materiales no eran lo suficientemente resistentes.
Un indicador bastante fiable de la robustez de una silla es el diámetro de los tubos que forman su armazón, ya que cuando más anchos sean mayor peso aguantarán.
En este sentido, es recomendable fijarse también en que el aluminio sea de calidad, y, a poder ser, que los puntos de unión y las piezas utilizadas en esa zona sean resistentes.
6. Traslado
Para transportar nuestra silla de playa es ideal que ésta incorpore un asa o un mecanismo similar dispuesto para agarrar la silla cómodamente y moverla de un lugar a otro. Es importante que el fabricante haya tenido en cuenta la correcta ubicación del asidero, ya que, de lo contrario al aguantar la silla, ésta podría quedar descompensada, lo que haría muy molesto mucho su transporte. Piensa que la silla será un objeto más a transportar entre todos los bultos que debas acarrear en tu camino a la playa desde el coche, de modo que cuanto más cómodo sea aguantarla más fácil se te hará el desplazamiento.
En cuanto a pesos, es ideal que nuestra silla de playa sea ligera y podamos transportarla sin dificultad. La mayoría de modelos acostumbran a pesar entre los 3 y los 5 kg. Este peso es asumible y es molesto. No recomendamos sillas con pesos de más de 10 kg, ya que se hace muy pesado su transporte.
7. Comodidad
La comodidad general de tu silla para la playa vendrá determinada por muchos factores, que son principalmente los que ya hemos venido viendo a lo largo de este artículo, entre los que se encuentra: el tamaño de la silla, el material del respaldo o la posibilidad de reclinarse.
Si optas por comprar tu silla por Internet, asegúrate de leer los comentarios de anteriores compradores para asegurarte de su comodidad, y así asegurarás al máximo el éxito de tu compra.
8. Almacenamiento
Finalmente, para cuando llegue el otoño y ya no vayas a utilizar más tu preciada silla de playa, deberás asegurarte de que pueda guardarse fácilmente. Para ello es ideal contar con una silla plegable, ya que si espesor apenas alcanza los 4 cm. También son interesantes las sillas-mochila de playa, que ocupan algo más que el tamaño de una mochila.
¿Cuál es la mejor silla de playa del mercado en nuestra opinión?
Aunque somos de los que creemos que existe “la mejor silla del mercado” para cada persona, ya que el hecho de ser mejor o peor dependerá de sus preferencias, sus gustos o el uso que vaya a darle, lo cierto es que hemos recibido muchos mensajes de personas preguntándonos cuál es la mejor silla “estándar” del mercado, es decir, una silla de playa “de toda la vida”.
En muchos casos las personas que nos hacían esta pregunta necesitaban con urgencia tomar una decisión y tal vez no podían pasar por todo el proceso de toma de decisión anterior, así que nosotros hemos querido hacer pública nuestra respuesta sabiendo que tal vez no se adapta a todos los públicos, pero que por otra parte seguro que ayuda a más de uno que pueda necesitar una buena recomendación. ¡Pues ahí va!
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Características
- Silla regulable 4 posiciones para playa, piscina o jardín
- Fabricada en aluminio
- Sistema de plegado de seguridad
- Tejido textiline de secado rápido; perfecto para playa o piscina; permite transpiración
- Convertible en cama, gracias a la pata de apoyo en el respaldo
Preguntas más frecuentes hechas por nuestros usuarios:
Estas son las preguntas que más nos hacen nuestros usuarios y nuestras respuestas. Esperamos que te ayuden 🙂
¿Cuál es la mejor forma de limpiar mi silla de playa?
La mejor forma de limpiar nuestra silla de playa es, sinceramente, con un buen manguerazo o bajo una ducha en la misma playa. Al salir de la playa, cuando estamos llenos de arena y cansados, lo más fácil y eficaz es poner la silla debajo de la ducha y mojarla entera para que deje ir la arena y los restos de crema que pueda tener.
Sin embargo, y esto es algo que mucha gente descuida, es indispensable secarla correctamente. No importa si es al sol o delicadamente con un trapo, pero es esencial secarla completamente antes de guardarla, especialmente si va a ser durante más de un par de días.
Mucha gente se pregunta porqué aparecen marchas y marcas de colores oscuros en sus sillas, ya sea en el respaldo o incluso en el armazón, y la respuesta es sencilla, por la humedad. La mejor forma de asegurar la durabilidad de nuestra silla de playa es cuidándola, y ello significa limpiarla a menudo y secarla siempre completamente antes de guardarla. Incluso si nuestra silla es impermeable y completamente antioxidante, es importante hacerlo, ya que no sabemos si parte de la tela no es 100% plástica y termina generando moho o si el recubrimiento del metal de la silla se acaba deteriorando por la sal del agua del mar.
¿Cómo debo transportar mi silla de playa?
Aunque ahora parezca normal exigir ligereza y comodidad de transporte a nuestra silla de playa, lo cierto es que hace apenas unos años los modelos eran completamente distintos. Los materiales utilizados eran pesados, en algunos casos se llegaban a oxidar y al plegarse seguían ocupando bastante espacio.
Ahora es relativamente fácil encontrar sillas por precios económicos que aúnan calidad y ligereza. Sin embargo, con este punto sólo queremos recordarte que tengas esto en cuenta en tu elección, ya que al final acabamos acarreando mucho rato nuestra silla y es importante que ésta sea ligera y que el asidero que incorpore sea cómodo para nuestra mano.
¿Cómo restauro una silla de playa en mal estado?
Como decíamos en el punto anterior, a pesar de que la mayoría de sillas están preparadas para resistir inclemencias de todo tipo y soportar el paso del tiempo junto a agua marina, sal, arena y mucho calor, no podemos olvidar que el desgaste acaba haciendo mella en todos los materiales con el paso del tiempo y podemos encontrarnos, al cabo de unos años, con que nuestra silla de playa ya no luce como lo hacía el primer día.
Llegado ese momento tal vez te plantees comprar una nueva. Sin embargo, si eres un poco manitas y te gusta hacer reparaciones caseras, siempre puedes probar de restaurar tu silla playera de manera artesanal. Para ello analiza dónde está el problema. Si está en el armazón, tal vez debas comprar pintura y un poco de barniz nueva para cubrir zonas descubiertas o incluso soldar algún punto donde dos metales se hayan podido separar.
Si el problema está en la tela, lo conveniente sería retirarla y ver si lavándola a mano podemos quitarle las manchas que pueda tener. Otra opción sería hacer una nueva con algo de tela para sustituirla. Para fijarla correctamente al armazón podemos usar una grapadora eléctrica, ya que normalmente vienen termoselladas, pero eso es una técnica que difícilmente podremos replicar en casa.
¿Cuáles son las mejores marcas de silla de playa del mercado?
Existe una gran variedad de marcas en el mercado, muchas de ellas con productos de gran calidad y con un catálogo realmente diversificado.
Sin embargo, para que puedas afinar un poco más tu búsqueda, te indicamos a continuación cuáles son las marcas de sillas de playa más populares del mercado para que puedas asegurarte de que otras personas, antes que tú, han optado por una opción similar. Si lo pensamos, adquirir un producto de una marca popular nos da cierta garantía de éxito, ya que otras personas que han analizado detenidamente el producto que comprar antes que nosotros han optado por esa misma opción.
En definitiva, las marcas más reconocidas del sector de las sillas de playa que podemos encontrar actualmente en el mercado son las siguientes:
- Tommy Bahama
- Solenny
- Alco
- Uquip
- Lola home
- Eredu
- Crespo
- Verdelook
- Papillon
- Amazonas
¿Por qué comprar mi silla de playa por Internet?
Comprar por Internet es siempre una opción ganadora. La cantidad de opciones a las que podemos tener acceso sin ni siquiera salir de casa es abrumadora. Nada tiene que ver con comprar en una tienda física, donde estamos limitados por el stock que puedan tener o las marcas con las que trabajen.
En cambio, por Internet tenemos acceso a una gran diversidad de tiendas y cada una con una gran variedad de marcas y modelos. Además, en la mayoría de casos, cuando compramos por Internet, tenemos la opción de que nos envíen el paquete a casa, a diferencia de un comercio físico, donde tendríamos que llevar nosotros mismos el producto a casa.
Por otra parte, el hecho de tener acceso a tantos comercios online también nos permite comparar el precio de un mismo producto en diferentes tiendas. Esto es ideal para encontrar las mejores ofertas, incluso si buscas sillas de segunda mano.
Si donde vives no hay posibilidad de acceder a Internet o simplemente no quieres comprar por Internet, siempre puede acudir a El Corte Inglés, a Decathlon, a Carrefour o incluso a Alcampo para comprar tu silla de playa, aunque sólo lo recomendamos en caso de que sepas lo que estás buscando, ya que de lo contrario te arriesgas a comprar un producto sin comparar con otros sitios.